¡Felices Pascuas!
Estamos en Navidades, para lo bueno y para lo malo.
Lo bueno, pues que hay fiesta, nos juntamos con la familia y amigos, descansamos (pero «mu» poco) y vienen los Reyes Magos.
Lo malo, la verdad es que hay poco malo si no fuera porque los atletas tenemos una doble vida. Esta doble vida nos hace diferente al resto y nos obliga a seguir entrenando aunque la noche anterior nos la pasaramos cantando villancicos, comiendo y bebiendo (que es que no) hasta las tantas de la madrugada, mientras los demás, los que nos han acompañado esa noche se dedican a la vida contemplativa. Con lo que en Navidades (unos más y otros menos) nos encontramos con el dilema de si entrenar o buscar alguna excusa para no hacerlo y parecernos al resto (los no atletas).
Los atletas por tanto miramos con un ojo las fiestas (con el malo) y con otro ojo (el bueno) los entrenamientos y las carreras.
Y fijate tu por donde y hablando de carreras, que casualidad que el día 31 de diciembre organizan en Madrid la San Silvestre Vallecana y fijate que además son dos carreras no una, la de las 6 de la tarde y la de las 8 de la «noche». Entonces ¿cual corro?, me dará tiempo a llegar de vuelta al pueblo a tomar las 12 uvas, que dirá mi mujer y que pensarán los demás, etc. Todo esto te lo preguntas sin consultar con la «contraria» por supuesto porque si lo hablas antes con ella, la respuesta claramente es: NO, y además te lo razonan, que tu estas loco, que no vas a llegar a las uvas, que anda que no hay carreras en todo el año, etc. Total que no corres la San Silvestre y te quedas en el pueblo haciendo series en el parque para luego «aluciarte» y cenar con la familia como Dios quiere y manda.
Yo, por si os sirve de algo, he decidido correr la San Silvestre Vallecana y además la de las 8 de la «noche» y ya he hecho lo más dificil que es saltar el obstaculo del rechazo social. Y es que a mis 42 «palos» es un privilegio que está al alcance de muy pocos, poder correr una carrera junto a atletas de élite de todos los colores, para ello, acredito un tiempo que me permite salir (no llegar) con ellos.
Estar ahí es algo que no se puede comprar con dinero, solo con tu genética y el entrenamiento (sufrimiento) realizado. Por todo ello la pienso correr, tengo ya el dorsal y mucha ilusión.
Como dicen por ahí los anuncios de televisión, ¿un par de zapatillas? 100 €, ¿la equipación del Manchathon? José Enrique lo sabe, ¿estar en la línea de salida de la San Silvestre Vallecana Internacional? No tiene precio y además me hace sentir diferente.
Pero no sufrais, os mandaré un saludo por Telemadrid equipado con los colores del Manchathon a las ocho menos cinco que es cuando empieza este año la carrera.
Ah, se me olvidaba, si no llego a la uvas (que va a ser que sí) me las como con los de Canarias, una hora más tarde, y ya está (lo importante es llegar).
Un abrazo,
Un comentario
Si señor, Vicente!!!.
Ahí está con dos cojones, y ya está!!!. Cuando quieras vuelves!!!.
Yo estoy contigo. Un atleta es un ser diferente; ni siquiera nos parecemos a los deportistas (futboleros que cobran 1000 Kilos), que les dan vacaciones para ahora las Navidades. Nosotros que somos meros aficionados al atletismo, hay estamos haciendo miles en un día de vacaciones o 21 Kms el día de Navidad, Ole tus cojones!!!.
Otro ejemplo, son los de élite, que son como nosotros pero corriendo más deprisa. Ya te dije, que Roberto Parra se había ido a Sudáfrica el 19 Diciembre y viene el 15 Enero, a entrenar a un Centro de Alto Rendimiento en Altura, sacrificando por completo sus Navidades, su familia, su novia…etc; todo para ver si coge «chapa» en el Europeo de Pista Cubierta que se celebra en Madrid y donde vamos a ir a peder la garganta, voceándole a tope.
Si señor, con dos cojones!!!.
Por eso, este año vamos a estar con los «güenos del tó», no como el año pasado que «ni chicha ni limoná», haciendo un fartlek en el parque, Cipri, tú y yo.
Que digan, lo que digan, y así esta vez, el morrito que tengan, que sea por algo.
Pues, ya está, A CORRER A TOPE, CASTELLANA ABAJO.