– Pedro Luis Quevedo Bravo –
Atleta y Directivo del A.C. MANCHATHON.
«Marathon de Sevilla ‘2010: Notas de un Corredor»
Me levanto a las 06:30 horas. He dormido bastante bien, aunque las sensaciones no son buenas. La tarde anterior he tenido mareos y dolor de cabeza debido al catarro que me afecta a los oídos y que me provoca vértigos.
Bajo a desayunar a las 07:00 horas con el grupo. Estoy nervioso. Desayuno un par de tostadas, dos kiwis y un par de cafés con leche que acompaño con un paracetamol para el dolor de cabeza. Subo a la habitación para los últimos retoques: (el compeed para las ampollas, la tirita de la nariz, vaselina y demás).
Hago la mochila y partimos a la salida a las 07:45 horas. A las 08:15 horas llegamos al Estadio Olímpico. Me produce mucha emoción volver al túnel de salida, la pista cubierta, las gradas ……
Tras hacer el calentamiento y dejar las mochilas en el guardarropa subimos a la pista al arco de salida. Los últimos abrazos y a esperar la salida de Fermín Cacho. Hemos llegado un poco tarde y estamos un poco retrasados, me tomo el primer gel.
Tardamos seis segundos en pisar la alfombra con muchos corredores delante, por lo que los primeros kilómetros serán lentos. Salgo con Andrés, hemos acordado hacer la carrera juntos. Yo seré quien marque el ritmo, quiero marcar entre 4´00» y 4´05» el kilómetro.
Ya desde el primer mil comprobamos que ó bien los kilómetros están mal marcados o el Garmin de Andrés no va bien. Tenemos una diferencia de casi 15” los primeros kilómetros marcados. Opto por no hacer caso al Garmin y llevar la referencia de los kilómetros señalados.
Pasamos el primer 5.000 en 19:58, perfecto. Ya hemos formado grupo, Andrés y yo en cabeza y varios corredores se nos unen. En el Km. 8, aún en la Cartuja, me intereso por Andrés que me dice que la rodilla va muy bien pero que va cargado de gemelos. Le comento que eso es normal que incluso yo también voy cargado. Efecto placebo ya que en el Km. 10 cuando vemos a las chicas con los pompones ya no se acuerda del gemelo.
Pasamos el 10.000 en 40:05, tiempo clavado. El grupo ya es mayor, me encuentro muy cómodo en cabeza, marcando yo el ritmo. Los kilómetros continúan pasando, la temperatura es fría pero no me afecta en absoluto. Hay algunas avenidas donde el viento se nota fuerte pero tampoco me afecta, voy concentrado y relajado. En este punto hay dos grupos formados, el nuestro y otro que marcha 100 m. más adelante. El ritmo es el mismo.
Pasamos la media marathon en 1:25:04, justo como lo habíamos previsto. Seguimos como un reloj, con parciales de 4´. Llegamos al Km. 25 donde nos espera Fran. A partir de ahí ya somos tres, ya contamos con su ayuda y su experiencia.
Para mi supone un aporte de tranquilidad. Correr a su lado me garantiza no cometer errores. Me comenta que no dé tanto la cara, que me refugie un poco, pero prefiero ir en cabeza, marcar yo el ritmo, ya que me siento mucho más seguro y cómodo aunque el viento se hace notar en las avenidas largas.
En el Km. 20 tomé el segundo gel y ya nos dirigimos al Km. 30 donde tomaré el tercero y último. El ritmo sigue siendo constante y los del grupo de delante comienzan a caer. Ya no me preocupo por los avituallamientos, es Fran quien coge la botella de agua de la que bebemos Andrés y yo, además de un atleta de Donosti que se nos unió en el Km. 2 ó 3 y que tenía 2H 45′ el año pasado.
En el Km. 32 compruebo que la estrategia está siendo la correcta, Andrés ya va un poco tocado, seguimos marcando los 5.000 en 20:05. En el Km. 35 pasamos cerca del hotel, por allí anda Joaquín, creo que lleva una bolsa de la basura para evitar el frío, nos anima. En este punto noto que voy bien y pego un pequeño acelerón pero Fran me frena “aún hay tiempo, ten paciencia hasta el 37”, en este pequeño tirón ya veo que Andrés sufre. Hace ya varios kilómetros que no miro el reloj, porque es Fran quien me marca el ritmo y quien me dice los parciales.
Por fin llegamos al Km. 37, el último 5.000. A partir de aquí pego el tirón, rompo el grupo y Fran me marca el ritmo, me encuentro fuerte; ningún corredor del grupo me puede seguir, empezamos a adelantar a muchos corredores, recogemos muchos «cadáveres», incluso un africano pinchado, sin duda de aquí hasta el final tengo que apretar los dientes.
Van pasando los Kms., el 38 en el Puente de la Barqueta y entramos en la Cartuja, Km. 39 y Km. 40. Fran va animándome constantemente además de marcarme el ritmo, no sé cómo vamos pero seguro que ronda los 3’50». No quiero preguntar sino apretar los dientes y a por los últimos metros. “Vamos que lo puedes conseguir” me dice Fran una y otra vez, creo que se refiere a bajar de 2H 50′ ya que yo no miro el reloj.
Km. 41 y por fin la entrada al Estadio, qué sensación, qué emoción. A la vez me siento seguro, correr al lado de Fran, que me da gran seguridad. En el túnel de acceso continúo pasando corredores, Fran me anima a disfrutar de la vuelta al estadio, “disfruta de este momento, de lo que has conseguido”, “disfruta de la vuelta de honor”. Entro al estadio absolutamente emocionado, busco en las gradas a Belén y a los demás, pero están llenas y no lo consigo. Enfilo la última recta y ahí es cuando veo el reloj de meta: 2H 48′, no me lo creo, el último 5.000 hemos tenido que ir como un tiro.
En la última recta Fran se retira y me deja a mí todo el protagonismo. Este gesto, sin duda de un grande no se me olvidará nunca. Levanto los brazos, me emociono y paso la meta 2H 48′ 35».
Conseguido, gran marca, mejor de lo previsto. Me fundo en un abrazo con Fran, de gratitud por todo lo que me ha ayudado tanto en la carrera, como durante la preparación.
Unos minutos más tarde llega Andrés. Llega roto por el esfuerzo, lo ha dado todo. Un gran debut en Marathon donde ha sabido sufrir en los momentos en los que la cabeza te dice hasta aquí. Sin duda este esfuerzo tendrá su recompensa, sin duda ya es mucho mejor atleta. Tras Andrés llega José Eugenio que entra emocionado, lo ha conseguido, brazos en alto. Una gran carrera y un gran planteamiento y estrategia, sabía cuáles eran sus opciones, ha jugado sus cartas y le ha salido bien.
Vuelvo a terminar la Marathon con una gran sensación tras haber corrido, otra vez, en positivo, la 2ª parte en 1H 23′ 30» y el último parcial (5.000) el más rápido.
Esto supone acabar con la sensación de dejar algún cartucho en la recámara, aunque esto ya se verá.