– David Hurtado Jiménez –
Atleta y Directivo del A.C. MANCHATHON.
«Si quieres, puedes»
Era muy joven cuando empecé en el mundo del deporte. Tenía siete años y mi madre me apuntó a natación.
Era muy joven cuando empecé en el mundo del deporte. Tenía siete años y mi madre me apuntó a natación.
A mí no me gustaba, pero si no me quería ahogar tenía que aprender. Al segundo día ya sabía nadar y después de hacer el primer nivel, mi monitora «Paqui», me saltó el segundo y el tercero, y directamente me pasaron a perfeccionamiento, metiéndome después al Club de Natación.
En el Club estuve hasta los catorce años, habiendo conseguido numerosas medallas y trofeos, pero con doce años, siguiendo a mis amigos del Colegio Público Embajadores, me apunté a Atletismo, y ahí fue cuando conocí a Fran, que después de Vicente, se convirtió en mi Entrenador.
Desde ese momento mis sesiones de natación iban a menos, no rendía como antes y tenia calambres horribles y constantes. Lo puse en conocimiento de mis entrenadores, y me tocó decidir entre uno u otro, ya que el atletismo exige músculos duros y la natación blandos, de ahí mis calambres.
Así que me decanté por el atletismo, aunque no me duró mucho, ya que a los dieciseis años tuve que dejarlo por lesiones en las rodillas, pero durante esos años fueron de los mejores. Mucho compañerismo y un montón de viajes en grupo por toda Castilla-La Mancha e incluso por la zona de Alicante.
Como no me podía estar quieto, me hice ciclista, pero esta vez nada de competiciones, por mi cuenta. Pero siempre he tenido la «espinita» del atletismo, así que hace cuatro años empecé a salir un par de veces a la semana.
Un dia me acerqué a la pista de atletismo, y desde entonces no he dejado de ir. Fue como si nunca hubiera salido de ella, había muchas caras nuevas, pero había otras que forman parte de la pista, como Fran o Cipri.
Crucé unas palabras con Fran y me animó al volver, y yo que estaba deseando no me pude negar.
Con dieciseis años me ví obligado a dejar los deportes que hasta entonces había estado practicando desde los siete años y aunque hacía ciclismo no era lo mismo. Mi cuerpo no nadaba, ni corría, pero mi mente lo hacía todos los días, hasta que un día me decidí a volver a pesar de los impedimentos que había tenido, y ahora gracias a mis ganas de regresar, practico atletismo, natación y ciclismo, y no sólo eso, sino que me dedico hacer competiciones de atletismo, duatlón y triatlón.
Me demostré que todo lo que quería al final lo he podido conseguir y por eso animo a todo el mundo que le de miedo enfrentarse a su primer diezmil o su primera media marathon o marathon que lo intente, que es una gran satisfacción solo el pasar por la meta y saber que has acabado algo que no todo el mundo es capaz de hacer.
Suerte a todos con vuestros objetivos.