El POST de la SEMANA.

– Pedro Luis Quevedo Bravo –

Atleta y Directivo del A.C. MANCHATHON.
«Del Obstáculo a Las Ramblas» – III Parte.
MARATÓ BARCELONA 2011: CRÓNICA DE MI CARRERA.

Antes que nada quiero remarcar que ésta es una crónica de mi carrera, se trata de notas que guardo en caliente, un relato de sensaciones que me ayudan a recordar y tener en cuenta para las próximas carreras.
Espero que alguien se anime y haga una crónica de la carrera como tal, de la ciudad, viaje, del grupo, etc. y sobre todo perdonad, por un «ladrillo» tan grande.

Afronté esta nueva MARATHON, Barcelona ‘2011, con muchísimas dudas y temores. Aunque los entrenamientos han sido buenos y he asimilado bien toda la carga de trabajo, la analítica previa me preocupaba. Los valores eran muy bajos, con un hematocrito del 39 por ciento y los hematíes por debajo del mínimo, la sombra de la anemia del corredor me preocupaba.

Llegamos a Barcelona el viernes 4, alrededor de las 9 de la noche, a partir de este momento ya empieza mi carrera.
Comienzan las rutinas previas, tan importantes por cuanto suponen adentrarte en la carrera ya desde el primer momento. Son como las rutinas antes del saque de tenis; si habitualmente botas la bola 9 veces, son 9, ni 8 ni 10, de lo contrario tienes muchas papeletas para fallar.

Bolsa del corredor, dorsales, chip, rodaje el día previo por las calles de la ciudad, comida de la pasta, siesta, cena todo el grupo y al hotel a preparar zapatillas, tiritas, geles, vaselina …. y a tratar de dormir.
Duermo bastante bien, si bien no de un tirón porque es imposible, si que descanso bien.

El desayuno a las 7:00 horas, cuando bajo ya están prácticamente todos.
Desayuno un kiwi, un par de tostadas con mantequilla y un par de tazas de café de puchero (buenísimo), más o menos como cualquier día. Tras pasar por la habitación para los últimos detalles con visita al baño incluida, a las 7:45 horas nos reunimos en el hall para comenzar el calentamiento.

Al estar situado a escasos 300 metros de la salida, podemos calentar en la misma calle del hotel, no obstante nos acercamos trotando hasta la salida para tratar de negociar la 1ª fila en el cajón.
Aunque no llegamos a un acuerdo es igual, al final seguro que nos situamos.
Tras la vuelta al hotel ya me quito la ropa de calentamiento y me quedo únicamente con la equipación de competición y una camiseta vieja para tirar en la salida.

Aunque llegamos diez minutos antes de la salida no tenemos ningún problema en colocarnos en primera fila del cajón sub 3 horas. El ambiente en la línea de salida es extraordinario, a lo que contribuye también el buen tiempo (temperatura ideal para correr)
Me sorprende el comportamiento de la gente (muchos extranjeros), no hay empujones, codazos, pisotones… habituales los primeros puestos de la mayoría de las carreras.

Lo peor de la carrera, sin duda, fue la salida de “élite” dos minutos antes que el resto. Además de ser un sinsentido ya que si salen, como siempre, en la primera fila lógicamente no deberíamos darles alcance y estorbarles, fue un auténtica pena que los relojes de carrera marcasen siempre “su tiempo”; ésto es dos minutos más que los 15.000 atletas restantes y que tuvimos que salir en las fotos y reportajes con dos minutos más que nuestro tiempo real.

A las 8:30 horas, Jordi Hereu da la salida, impresionante, globos papelillos, serpentinas, Barcelona de Fredy Mercury y la Caballé sonando a toda pastilla y con los vellos de punta comenzamos a correr, vemos a las chicas animando y nos despedimos de las dos torres de la Plaza de España y la fuente hasta dentro de un buen rato.

Como ya habíamos decidido, Andrés y yo vamos a hacer la carrera juntos, tomamos posiciones y los primeros kilómetros corremos sin dificultad, a nuestro lado el globo de las 2:45, seguido por unos veinte corredores, no me gusta correr cerca de los marcadores de tiempos y decido adelantarnos, lo hacemos sin dificultad.

El primer tramo de cinco kilómetros que nos llevarán al Camp Nou es complicado, en contínua subida, los parciales son de 3:42, 4:02, 3:50, 4:01, ya desde este primer momento veo que va a ser complicado correr a un ritmo constante y sostenido. El primer 5.000 en 19:26, más o menos lo previsto, llegamos al Camp Nou (por cierto bastante feo de fachada) y a partir de aquí y según el plano de altimetría, deberíamos de tener unos kilómetros favorables. Mantenemos un ritmo de 3:50 y llegamos al primer 10.000, pasamos en 38:30, ritmo perfecto, vamos muy fáciles.

En el Km. 12, muy cerca del hotel y la salida, veo a Belén y a las chicas, lo que me da un subidón. Es impresionante la gente que nos anima en estos kilómetros.
Al ser los dorsales personalizados con nuestro nombre, toda la gente te anima gritando tu nombre, lo que se agradece mucho.

Hasta el Km. 15, continuamos con un ritmo estable, fluido y suelto.
Sigo el ritmo más por sensaciones que por el reloj ya que hasta ahora el terreno es muy movido, contínuas subidas y bajadas que, aunque no muy pronunciadas, te impiden coger ritmo.

A partir del 15 pasamos por el Paseo de Gracia, con La Predera y la casa Batlló hasta llegar al 18, junto a la Sagrada Familia, impresionante Antoni Gaudí, artista único, una delicia correr en esta ciudad que lleva su sello en cada esquina.

A estas alturas ya hemos formado un grupo de corredores, no muy numeroso, que vamos bastante por delante del globo de 2:45 horas, del que voy en cabeza ( es la manera de correr que me gusta). Se nos ha unido una corredora sueca, alta, fina espigada, no muy agraciada, nadadora, que a la postre sería la primera clasificada. Como su español no debía ser muy fluido y nuestro Kms.
En el grupo viene un italiano que se sitúa justamente detrás nuestra y nos pisa cada dos por tres. No nos ha sacado la zapatilla de milagro. A éste si que le dijimos alguna que otra palabra y nos interesamos por sus progenitores cada vez que nos pisaba.

Por la Vía Meridiana nos dirigimos al Km 20 y la Media Marathon; en teoría y según el plano de altimetría deberíamos de ir en ligera cuesta abajo. Pues bien, el plano miente, vamos subiendo y el ritmo decae, es una recta larguísima, quizá el único trayecto feo del recorrido.
Al ser un recta de ida y vuelta vemos a los atletas que nos preceden, saludamos a Fran y a Luis. Fran va absolutamente concentrado, no hace ni la más mínima mueca.
En este punto le anticipo a Andrés que estoy seguro que Fran se está despidiendo de la MARATHON. Aún no me había comentado nada, pero son ya muchos kilómetros codo con codo y hay un grado de conocimiento tal, que muchas veces no hacen falta palabras. En este punto, ya sé que Fran se va despedir con una gran marca; no he conocido a nadie con mayor capacidad de esfuerzo y sufrimiento en carrera.

El tramo del 24 al 30 se hace complicado, pasamos el Puente de Calatrava, con una subida corta pero verdaderamente dura.
El plano nos indica que es llano, pero la tendencia es a subir, siempre con constantes toboganes que impiden seguir a ritmo, pasamos algún Km. a 3:40 y otros a 4:02, con el mismo esfuerzo.

En el Km. 28, tras bordear la Torre Agbar nos dirigimos al mar, pasamos el Forum y ya estamos en la carretera de la playa.
¿Cómo soplará el viento?. Mala suerte: de cara, si bien no es muy fuerte. A estas alturas cualquier brisa se acentúa sobremanera. Este tramo, hasta el Km. 35 se me hace difícil. Los Garmin cada vez suenan antes que los puntos kilométricos, una de dos o los GPS están mal o los Kms. están mal medidos.

Tras dejar el Puerto Olímpico y las Torres Mapfre nos dirigimos al Parque de la Ciudadella.

Ya en el Km. 34 me asaltan muchas dudas, no voy tan bien como otras veces y me asusto un poco del temido muro. Le digo a Andrés que continúe y rebajo el ritmo unos segundos tratando de asegurar.

A partir de este punto la tendencia es ya descaradamente en subida, pasado el Arco del Triunfo con dirección a la Plaza de Cataluña, aflojo el ritmo y marco dos kilómetros a 4:11.
Ya en la Plaza de Cataluña, en el Km. 37 me doy cuenta que ha sido una falsa alarma, el tío del mazo ya no va aparecer así que empiezo a coger ritmo nuevamente, un parcial de 3:54, cuesta arriba, me da ánimo y confianza, ahora además el recorrido es fantástico, pasando por la Catedral, con un gentío inmenso animándote por tu nombre, Las Ramblas y Colón.

Los últimos cuatro Kms. son los más duros según el plano, por lo que aún siento un serio resquemor, pero el hecho de tener a Andrés a la vista, unos 300 metros por delante, me da alas. Quizá la decisión de aflojar unos segundos en el 35 no haya sido la mas valiente, pero más vale pájaro en mano …

Estos últimos pican de verdad, marco 4:05, 4:04 y en la Calle Sepúlveda que me voy a 4:15 aunque adelantando corredores. A partir de aquí ya no me pasa ninguno. En plena subida adelanto a Luis, que a pesar de venir roto tiene agallas para no parar, veo las Torres y enfilo la recta de meta.

Llegado a este punto y como he venido marcando cada mil, no tengo referencia de cual podría ser mi tiempo final.
Vengo confiado ya que el globo de las 2:45 horas no me ha alcanzado. Cuando enfilo la recta de meta veo el reloj de tiempo y me sorprendo, aunque enseguida recuerdo que es de los de “élite”.
Hago la recta disfrutando de lo conseguido, valorando el esfuerzo, cabeza y brazos en alto. Al final 2h46’42», gran marca rebajando en dos minutos Sevilla ‘2010. Mejor Marca Personal y muy satisfecho de mi rendimiento.

Tras la línea de llegada me está esperando Fran, nos fundimos en un abrazo, de reconocimiento y agradecimiento. Le pregunto su tiempo. No me sorprende, conozco su capacidad y se que lo conseguiría. Sabía que se despediría siendo, nuevamente y a pesar de todo lo pasado, Sub 2:40. Como siempre lo ha hecho, por la puerta grande.


Agradezco el gesto del gran Julio Rey, que acude a felicitarme y darme un abrazo, qué grande es y como lo demuestra cada vez que tiene ocasión.

Tras cruzar la línea, con la adrenalina en las nubes, ahora toca disfrutar de lo conseguido. Ahora queda disfrutar de ese momento mágico que es el final de una MARATHON, en el que sea cual sea la marca te tienes que sentir maratoniano, con todo lo que eso implica.

Qué importante ha sido vivir esta carrera en grupo, tanto durante el entrenamiento como en el viaje. Esta es lo que nos diferencia al A.C. MANCHATHON, el espíritu de grupo, de atletas, de amigos, que vivimos cada marathon, cada carrera, como una experiencia única.

Quiero hacer un agradecimiento especial a Rosa García y Victoria Padilla, que nos han acompañado y tanto y tan desinteresadamente nos han ayudado.

GRACIAS.

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